Me sentía vacío después de lograr mi meta: Mi guerra contra el conformismo (El Manifiesto de Alma Imparable)
"¿Alguna vez lograste 'el éxito' de conseguir un trabajo o algo que tanto anhelabas solo para sentir un vacío inmenso? Yo también. Pasé de electricista a ingeniero y me pregunté: ¿esto es todo? Esta es mi historia, mi declaración de guerra al conformismo y el nacimiento de 'Alma Imparable'."
EMPRENDIMIENTO
Juan Chavez
10/23/20254 min read


Llegas, consigues el trabajo, te sientas en la silla por la que luchaste durante años. La sociedad te da una palmada en la espalda y te dice: "Lo lograste". Y justo ahí, en medio del silencio del éxito, una sola pregunta retumba en tu cabeza: ¿Esto es todo?
Si esa sensación te resuena, estás en el lugar correcto.
Mi nombre es Juan Chavez y conozco esa silla. Conozco ese vacío. En 2019, yo había conseguido "el sueño". Trabajaba como ingeniero industrial en una empresa, un puesto que ni siquiera requirió que tuviera el título terminado... y, sin embargo, me sentía profundamente vacío. Estaba estancado en la cima de una montaña que ni siquiera sabía si había querido escalar.
Este no es otro blog de "10 tips para encontrar tu pasión". Esta es mi historia. Esta es mi declaración de guerra contra el conformismo que casi me roba la vida. Es el manifiesto de por qué nace "Alma Imparable", y es para ti.
Mi viaje "hacia el éxito" comenzó en 2015, pero la semilla se plantó mucho antes. Yo era técnico electricista. Un trabajo honesto, pero no me llenaba. Era un trabajo de manos, de esfuerzo físico, y yo no podía dejar de mirar hacia las oficinas.
Veía a los ingenieros. Sentados. Con sus camisas limpias, tomando decisiones. Y me hice una promesa basada en lo que veía, no en lo que sentía. "Algún día", me dije, "estaré así yo, sentado".
Esa imagen se convirtió en mi meta final.
La sociedad aplaudió mi decisión. "¡Claro!", me decían. "Estudia. Sé un profesional. Asegura tu futuro". Y así lo hice. Me inscribí en Ingeniería Industrial. Era el guion perfecto, el camino correcto. Cada clase, cada examen, era un paso más hacia esa silla.
Llegó el 2019. El mundo estaba cambiando, la pandemia aceleró todo, y la vida me lanzó una curva. Incluso antes de terminar la carrera, la oportunidad apareció. "Felicidades, eres ingeniero de proyectos".
Lo había logrado. Estaba dentro.
Recuerdo caminar hacia esa silla. La que había idealizado por años. Me senté. El aire acondicionado zumbaba. El ordenador se encendió. Había llegado a donde quise.
Y entonces, nada.
No hubo fuegos artificiales. No hubo una sensación de plenitud. Solo una calma inquietante. Los días se convirtieron en semanas, y la calma se convirtió en ansiedad. ¿Era esto? ¿Tantos años de esfuerzo para esta sensación de... vacío?
La pregunta que lo rompió todo no fue un grito, fue un susurro: "...y ahora qué?"
Me di cuenta de que había trabajado incansablemente para conseguir un objetivo que la sociedad me impuso, un objetivo basado en la comodidad de "estar sentado", y en el proceso, había ignorado por completo lo que mi alma necesitaba.
Ese vacío fue mi punto de inflexión. Fue el "Basta Ya".
Empecé a entender qué era realmente el conformismo. El conformismo no es ser pobre o no tener ambición. El conformismo es vivir un guion que tú no escribiste. Es aceptar un "éxito" que no te llena el alma, solo porque todos los demás lo aplauden. Es traicionarte a ti mismo tan lentamente que ni te das cuenta, hasta que un día te miras en el espejo y no reconoces a la persona que te devuelve la mirada.
Mi guerra no era contra la ingeniería; era contra mi propia pasividad. Era contra la idea de que la vida se trataba de encontrar una silla cómoda y esperar la jubilación.
Decidí que si esa silla se sentía vacía, era porque yo no estaba hecho para ella. O, al menos, no de esa manera. Empecé a devorar todo lo que podía sobre por qué nos sentimos así (aquí es donde mi viaje hacia la PNL comenzó). Descubrí que no estaba roto; estaba profundamente desalineado.
Este blog, "Alma Imparable", nace de esa frustración. Nace de esa pregunta: ¿Esto es todo?
Y la respuesta es un rotundo NO.
Un "Alma Imparable" no es alguien perfecto, ni alguien que nunca tiene miedo, ni alguien que lo tiene todo resuelto. Al contrario.
Un Alma Imparable es alguien que se atreve a sentir el vacío y, en lugar de llenarlo con más ruido, se atreve a preguntar por qué. Es alguien que se niega a quedarse en un lugar que no le pertenece, por muy cómodo o prestigioso que sea.
Quiero ser claro desde el principio. Aquí no encontrarás "hacks" rápidos, positivismo tóxico o promesas de que puedes cambiar tu vida en 24 horas. Yo no te voy a vender un sueño; yo te voy a compartir mi proceso.
En este espacio encontrarás mi verdad, con naturalidad.
Mi Proceso Real: Hablaré de lo que pasé y de lo que estoy pasando. Mis victorias y, más importante, mis fracasos y lo que aprendí de ellos.
Herramientas Reales: Compartiré las técnicas (especialmente de PNL) que estoy aprendiendo y aplicando mientras me preparo como coach. Verás mi evolución en tiempo real.
Una Comunidad: Un espacio para los que se atreven a cuestionar el guion. Para los que, como yo, se dieron cuenta de que "el éxito" y "la plenitud" no siempre van de la mano.
Pasé de perseguir la seguridad de "ser ingeniero" a buscar la libertad de ser yo mismo. Me costó años darme cuenta de que el vacío no era una señal de fracaso; era una brújula que me gritaba que estaba en el camino equivocado.
Hoy, mi declaración de guerra contra el conformismo es pública. Y "Alma Imparable" es mi bandera.
Pero esta rebelión no tiene sentido si la hago solo. Ahora te toca a ti.
Quiero empezar este viaje contigo. Cuéntame en los comentarios:
¿Cuál es ese "éxito" en tu vida (un trabajo, un título, una relación) que, después de conseguirlo, te hizo sentir más vacío que nunca?
Bienvenido al movimiento.




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